SOOMIQ GmbH

Más de la mitad de la energía utilizada en el proceso de producción se pierde porque no puede utilizarse en otro lugar o no es económicamente viable. A temperaturas del calor residual inferiores a 200 °C, el intervalo de temperaturas que representa el 70 % de todo el calor residual en las empresas manufactureras, no suele haber ningún aprovechamiento posterior.

Nuestra solución es convertir el aire de escape y los gases residuales en electricidad para su uso interno. Y esto ya es posible a temperaturas del aire de escape más bajas , de poco más de 100 grados, y para volúmenes de calor residual más pequeños, de unos 300 kW de calor residual aprovechable, para los que actualmente no existe ninguna solución comparable en el mercado. En concreto: un pequeño módulo ORC PowerQube de 20 _kWel convierte eficazmente el calor residual a partir de 110 °C en electricidad limpia y, dependiendo de la temperatura y la cantidad de calor residual, puede producir hasta 180 MWh de electricidad al año y ahorrar hasta 80 toneladas de CO2 anuales. La utilización directa del calor residual sin circuito intermedio es un argumento de venta único, que hace que el sistema sea más sencillo, ocupe menos espacio y sea más eficiente a menor coste, al igual que el uso de un medio de trabajo sostenible y respetuoso con el clima.

Con la central energética PowerQube, SOOMIQ ofrece a las PYME y a las sedes de grandes empresas una solución excelente para convertir eficazmente el calor residual no utilizado y excedente de los procesos de producción en electricidad limpia que puede utilizarse inmediatamente en la empresa para otras aplicaciones o, almacenando el calor residual térmico en un depósito de inercia, puede convertirse en electricidad más adelante mediante PowerQube.

Nuestra solución PowerQube es útil para clientes de los sectores de procesamiento de metales, fabricación de vehículos, ingeniería mecánica, fabricación de papel y decoración, vidrio y cerámica, procesamiento de ladrillos y ladrillos silicocalcáreos, procesamiento químico o alimentario: todas las empresas que tienen calor residual no utilizado procedente del proceso de producción en el rango de temperatura inferior a 200 °C.